miércoles, 17 de junio de 2009

AEROPUERTO INTERNACIONAL DE OCCORURO - CUSCO


Reubicación del aeropuerto, necesidad urgente


Hace más de 30 años aproximadamente nació el sueño que aun no se hace realidad de construir un Aeropuerto Internacional para el Cusco cuya ubicación fue planteada en la zona de Chinchero al que inclusive llegaron a llamarlo el Mega Proyecto Internacional de Chinchero, en cuyo proyecto, COPESCO, ha invertido en el Estudio Definitivo de Ingeniería un monto de U. S. $ 2’990,024, en el año 2008, que datan desde 1984.
Se habló reiteradas veces que el Gobierno Regional Cusco, promueva la organización y desarrollo de un foro internacional, con la participación de los empresarios de la China, Korea, Japón; donde se ponga al tapete las expectativas de inversión que podrían tangibilizarse en este mega proyecto, sin embargo, han pasado tantos años y nada, simplemente nada.
Desde el Expresidente Fernando Belaunde Terry, pasando por Alan García, Alberto Fujimori, Valentin Panigua, Alejandro Toledo y nuevamente Alan García, ellos y otros candidatos presidenciales prometieron la construcción de esta gran obra, empero solo quedó en promesas electorales.
Ayer la Universidad Nacional de San Antonio Abad de Cusco, y las Municipalidades de San Sebastián, San Jerónimo y Paruro, así como representantes de la Cámara de Comercio y Dircetur, presentaron la propuesta de viabilizar una alternativa que abre posibilidades concretas siempre y cuando las autoridades e instituciones encaminen el proyecto y se pongan a trabajar bajo ningún intereses partidario y electoral
La brillante exposición lo hizo el Rvdo. P.Jorge Carlos Beneito quién viene encabezando este titánico trabajo preliminar encendiendo la luz de una esperanza que podría hacerse realidad en unos seis años si hoy mismo se ponen a trabajar.
Es lamentable la ausencia en esta iniciativa del Presidente del Gobierno Regional quién debía encabezar el gran proyecto convocando a todos los organismos estatales y gobiernos municipales.
No se puede ser mezquino con este gran sueño que pronto se haría realidad en caso haya voluntad política de todos los gobernantes para ofrecer a los grandes inversionistas condiciones coherentes de concesión ya que el Cusco, no solo por historia sea el centro magnético sino el eje impulsor de la economía del hemisferio. Un gran reto histórico por supuesto, que deja como tarea enfrentar al monstruo del centralismo. Todos nos tenemos que comprar el pleito, los que actualmente nos gobiernan y los futuros gobernantes. Que éste sea un proyecto de continuidad que comience ahora. El diario El Sol, abre con esta página su compromiso permanente de respaldar este gran sueño que queremos todos los cusqueños.
El Rvdo. P.Jorge Carlos Beneito, (Sacerdotes jesuita) y "Haylli Paruro" nos alcanzaron estas referencias sobre la exposición:
DE QUÉ HABLAMOS:
La idea de trasladar el aeropuerto del Cusco no es nueva. Los primeros informes sobre las limitaciones del aeropuerto actual se remontan al año 1974. Los primeros estudios de factibilidad datan de 1977. Al parecer, los estudios finales de factibilidad se concluyeron en 1984 y posteriormente se han emitido diversos instrumentos legales que no han tenido consecuencias prácticas hasta la fecha. Es decir, por treinta años se ha venido hablando del proyecto sin haberlo llegado a viabilizar y lo que hay es un estudio con 25 años de antigüedad.
Por otro lado la urgencia del traslado del aeropuerto resulta evidente con sólo considerar las fotografías aéreas de la ciudad. En momentos tan recientes como la semana pasada se ha producido una polémica en torno al mamelón Santutis. Este promontorio al extremo de la pista de vuelo ya fue nivelado años atrás en un intento por mejorar las condiciones de aproximación. Con el paso del tiempo se ha ido poblando y ahora se planteaba su expropiación por razones de más seguridad. La Municipalidad de San Sebastián ha salido rápidamente a declarar que no está dispuesta a "irse contra su pueblo para favorecer a empresas aéreas multinacionales".
Polémicas aparte, lo que queda claro es que, igual que fue necesario sustituir el aeropuerto antiguo (en el espacio que corre desde la Plaza Tupac Amaru hasta la Casa de la Juventud) por el de ahora, hay que reubicar la instalación presente a otra zona donde "estorbe lo menos posible". Lo requiere la expansión del área urbana del Cusco en los últimos años.
CONSIDERACIONES PREVIAS:
Al buscar alternativas de emplazamiento el punto más importante es el de encontrar un área donde "estorbe lo menos posible". Los aeropuertos tienden rápidamente a crear a su alrededor un gran movimiento de construcción que los estrangula al poco tiempo. Por eso, hay que pensar en áreas que no creen problemas urbanos a mediano y largo plazo.
Otra consideración a tener en cuenta es la de los beneficios sociales en términos de desarrollo de áreas pobres y necesitadas. Los aeropuertos tienden también a constituirse en polos importantes de desarrollo por lo que un criterio importante es el beneficio social. Provincias pobres pueden ver su despegue desde la pobreza con proyectos como este. En cualquier caso se trata de tener trabajo por los próximos 6-8 años.
LA PROPUESTA:
La historia de los estudios e instrumentos legislativos relativos a la construcción de un nuevo aeropuerto para el Cusco pueden consultarse en "Ingenio", año 2, nº 2, Junio-Julio, 2008, Págs. 14-16.
Un aspecto importante de esos estudios es su antigüedad. Una antigüedad que hace necesaria una revisión prácticamente total por el avance de la tecnología, las nuevas preocupaciones ambientales y el desarrollo experimentado en la zona que fue antes considerada (Chinchero). Siendo así, no hay mucha diferencia entre actualizar los estudios anteriores o realizar otros nuevos en una localización distinta.
Se señalan en el número citado de "Ingenio" varios lugares que se tuvieron en cuenta en los años 1970. Entre ellos se consideró la zona de Occoruro en el Distrito de Yaurisque. Se da la circunstancia de que hacia 1969-70, al comienzo del Gobierno del General Velasco Alvarado, se pensó el sector de Occoruro como un buen emplazamiento de un aeropuerto militar de carácter estratégico. Por diversas razones el proyecto no prosperó y sí se materializó la base de comandos de Vitor a pocos kilómetros de la ciudad de Arequipa.
Apuntamos la posibilidad de que, por haber sido Occoruro zona de interés militar en esa época, los estudios del nuevo aeropuerto tuvieran en cuenta otras zonas como las de Anta y Chinchero y no se centraran en Occoruro. De hecho, todavía hoy esos terrenos son usados como un polígono de tiro por la Región Militar del Cusco. Las circunstancias han cambiado mucho en los 30 años transcurridos desde entonces y por eso es posible volver a manejar la propuesta de Occoruro que tal vez hubiera sido la preferida a comienzos de los años 1970 de no haber sido por las circunstancias militares.

CARACTERÍSTICAS DESEABLES:
El primer aeropuerto que tuvo el Cusco constaba de unas instalaciones elementales con una pista de aterrizaje de pocos cientos de metros con piso de tierra afirmada.
El aeropuerto actual fue diseñado a fines de los años 1950 para aviones de propulsión a hélice, eran los Douglas DC-6 de la época y semejantes.
Basta con mirar la disposición de la pista principal, la de servicio y el Terminal, para verificar ese hecho. Como la industria aeronáutica ha evolucionado tanto, por más mejoras que se pudieran introducir, únicamente se lograría prolongar la vida útil por unos pocos años más. El incremento de operaciones previsto para los próximos 4-5 años va a colocar una sobrecarga enorme sobre las instalaciones actuales.
El nuevo aeropuerto debería ser una instalación de mediana capacidad:
• Capaz de dar servicio a un flujo de 7.000 pasajeros al día (se prevé un flujo alrededor de 5.000 para el 2012) y entre 160-180 operaciones diarias como mínimo.
• Tendría que tener posibilidad de operar las 24 horas del día.
• Con longitud de pistas de 4500-5000 metros y 60 metros de ancho.
• En un conjunto de dos pistas operacionales con otra adicional de servicio.
• Un ancho total con arcenes, de 400-450 metros como mínimo.
• Suelos sólidos que faciliten la cimentación.
• Con perfil lo más nivelado posible para evitar grandes movimientos de tierras.
• Con vientos leves-moderados en la orientación de las pistas.
• En toda clase de condiciones meteorológicas.
• En un entorno lo más libre posible de obstáculos.
• Con orientación noroeste-sureste para facilitar las aproximaciones.
• Con amplios espacios para el Terminal y otros edificios auxiliares como almacenes, hoteles, etc.
• La altitud en este caso sería ventajosa para evitar costosos descensos y ascensos de los vuelos.
• De accesos terrestres no demasiado complicados ni largos.
• A una distancia no mayor de 25 kms. de la ciudad (30 minutos de recorrido)
• Apto para acoger aeronaves de gran capacidad si fuera necesario.
• Con características de aeropuerto "sub" subcontinental.
• Con posible calificación internacional aunque mantuviese su carácter de regional.
Se adelanta que el sector de Occoruro cumple con todas esas especificaciones y lo hace en forma muy apropiada.
SITUACIÓN Y CONDICIONES:
Al atravesar San Jerónimo nos encontramos con la carretera a Paruro. Es la pista que corre paralela a la Granja K’ayra y la Facultad de Agronomía de la UNSAAC. Después de un recorrido de 20.4 kms, y 40 minutos, se llega a kinsacruz, el punto más alto desde donde se inicia el descenso hacia Paruro.
Ahí se abre un enorme espacio, prácticamente plano. Es el sector Ocoruro, también conocido como las "Pampas de Rondocan". Lo que mejor definiría el área desde el punto de vista aeronáutico sería la plataforma de aterrizaje de un portaviones. En efecto, si se rebajan dos elevaciones en los extremos se consigue un espacio, prácticamente plano de 5000 x 450 metros con los extremos en caída hacia quebradas profundas. Se trata literalmente de un portaviones a 4.190 metros de altura y libre de obstáculos.
En el extremo sureste el ensanchamiento del terreno permite un amplio espacio para edificaciones. Lo mismo ocurre en el lado norte de las posibles pistas.
El suelo está compuesto de rocas de gran consistencia, cubierto en la superficie por pajonal de puna alta, sin mayor capacidad de aprovechamiento agrícola. Son pastizales que alimentan a reducidos rebaños de ovejas y algunas cabezas de ganado vacuno.
Este dato es importante desde el punto de vista de los costos sociales y medioambientales. En efecto, el centro poblado más cercano es la comunidad de Anyarati que no se vería afectada directamente y que se beneficiaría en gran manera de la proximidad del aeropuerto. Más allá, los grandes beneficiados serían el Distrito de Yaurisque y la Provincia de Paruro en su conjunto que sabemos que están entre las zonas de mayor pobreza de la Región. Un área como la de Ocoruro podría ser negociada por el Estado a costos reducidos e incluso donada como bien público sin mayor ofensa a nadie.
El impacto ambiental sería igualmente reducido. Siempre que se realiza cualquier trabajo se va a ver afectado el medio ambiente pero, en este caso, los factores de lejanía y altitud juegan a favor de minimizar los efectos negativos. De todas formas esto también necesita ser evaluado en los estudios.
DIFICULTADES:
Hasta este momento hemos resaltado las ventajas de tomar en serio el sector de Ocoruro para la construcción de un nuevo aeropuerto. Esas ventajas son resaltantes desde muchos puntos de vista. Con todo, también existen dificultades que hay que evaluar. La primera de ellas, y no despreciable, se refiere al impacto sobre la salud. Estamos hablando de 4.190 metros de altitud.
Al respecto, los informes de los especialistas en medicina de altura no indican mayores diferencias entre llegar al Cusco, como ahora, o llegar a Occoruro. En condiciones normales no se señalan consecuencias. Únicamente podría haber efectos en el trayecto de subida con una ascensión de 1.000 metros en 30 minutos. Esto plantea la cuestión de los accesos.
Para el acceso normal de pasajeros y equipajes, una solución imaginativa podría ser la instalación de un teleférico que subiría directamente desde San Jerónimo. Esta solución tendría ventajas como la de dar un ambiente presurizado en las cabinas y unas vistas espectaculares de la cordillera desde el Salcantay hasta el Ausangate. Sería un atractivo turístico añadido que definiría como único al aeropuerto del Cusco.
Pero un aeropuerto necesita, de todas formas, un acceso terrestre. Es necesario para el transporte de suministros y también para evacuaciones en caso de algún accidente. Este es el punto más difícil en el caso de Occoruro. Lo más obvio sería construir una nueva carretera sobre la que ya existe pero esto produciría un daño ambiental y paisajístico muy grande. Otra solución sería construir un acceso nuevo por detrás del cerro Huanacauri. Existe también el proyecto de una vía de circunvalación para la nueva carretera interoceánica que pasaría desde Saylla hasta Izcuchaca entre San Jerónimo y la altura de Occoruro. Esto sería el enlace ideal. Tiene que ser estudiado y se puede realizar.
Otra dificultad está en el suministro de agua y electricidad, así como la disposición de residuos. Todo esto tiene soluciones más sencillas. Existen quebradas y líneas eléctricas de alta tensión en las cercanías. Es decir, estamos tratando con ideas preliminares que necesitan de un estudio exhaustivo.
POR DONDE SEGUIR:
En primer lugar hay que considerar el punto de las decisiones políticas. Esas decisiones todavía no llegan después de 30 años. Este hecho nos indica que hay que dejar los proyectos en manos de los técnicos. Son ellos quienes pueden tomar las primeras iniciativas. Los "técnicos" incluyen empresas constructoras que podrían estar interesadas, que harían los estudios y que ejecutarían las obras.
En segundo lugar, estamos hablando de una inversión muy importante en el orden de los cientos de millones de dólares. Esta inversión sólo puede asumirla la empresa privada y hay que ir al régimen de concesiones. Para esto sí es necesaria la decisión política de los gobiernos.
En tercer lugar, está el tema de la urgencia. La construcción de un aeropuerto es algo que toma tiempo. Tiempo como 6-8 años "empezando ya". Si Turismo estima que para el 2012 estaremos recibiendo de millón y medio a dos millones de visitantes, quiere decir que el nuevo aeropuerto estaría operativo hacia el 2016 y para entonces ya estaríamos en serias dificultades.
Desde la UNSAAC se ha tomado en serio, desde el primer momento, este proyecto de la reubicación del aeropuerto. Es que la Universidad mantiene así su preocupación por todo lo que interesa al Cusco.
Muchas facultades pueden estar involucradas en el trabajo: Ingeniería Civil, Sociales, Biología, Medicina, Ingeniería Eléctrica, Arquitectura. Hay una oportunidad enorme para trabajos de tesis y elaboración de perfiles y anteproyectos que las constructoras tendrían disponibles. Ya se destaca todo los esfuerzos realizados por los integrantes de Asociacion de estudiantes "Haylli Paruro", presidido por Rodrigo Sanabria, así mismo del equipo que realizó los primeros estudios topográficos y en las próximas semanas comenzarán los estudios académicos con varios grupos de estudiantes y egresados.
Tenemos por delante un gran proyecto del que depende el futuro turístico y económico del Cusco a mediano plazo. Y, ¡todavía estamos a tiempo!